A Mariana le gusta que eyacule.
Generalmente, insiste mucho en que lo haga dentro de ella, y cuando jugamos con otras parejas, disfruta mucho que los hombres se vengan sobre su pecho. Debe ser lindo para ellas. Por eso me parece lógico pensar en un juguete sexual que, además de emular el miembro viril, también imite sus procesos. Podría ser divertido jugar como si tuviéramos a la mano un tercero. No deja de parecerme un poco raro, sin embargo, que el dicho juguete eyaculatorio, el Semenette, haya sido concebido como un bártulo para
lesbianas, pero así fue. Su inventora, Stephanie Berman, asegura que el 60% de
las parejas formadas por mujeres utilizan juguetes, y que son ellas,
precisamente, las que frecuentemente
desean un artículo que se pueda llevar puesto y que imite el proceso
natural de eyaculación masculina.
Es un objeto bien diseñado, con
un packaging de buen gusto y hasta un logotipo simpático, es decir, no se
trata sólo de un consoladorsote verde fosforescente de esos que hay un millón
en las sexshops. Vamos, tiene que sí es
un penesote pero en un empaque bonito. Se puede ajustar a cualquier arnés
estándar, lo cual es útil si ya tienes uno. Los sistemas de bombeo pueden ser desechados
en caso de que seamos muy puritanos con eso de la contaminación, porque admite
toda clase de líquidos. De tal suerte que la imaginación es el límite y yo ya
me estoy imaginando a Mariana regodearse en una venida refrescante con sabor a
piña-fresa. Y claro, ahora tengo en la cabeza un trío muy porno en una calurosa
tarde de verano. (¡Por favor que alguien ya me desconecte el paquete para
adultos de la televisión por cable!)
El dildo eyaculador no es barato,
(pero los sex toys, generalmente, no lo son). El Semenette cuesta cerca de
doscientos dólares e incluye tres tubos de repuesto. Un kit con cinco tubos y
una bomba costaría otros cuarenta y cinco dólares, pero, que se puede utilizar sin los cartuchos
siempre y cuando no requiramos que arroje líquidos. Dice el aviso legal que no
se responsabilizan en caso de que se utilice con semen de verdad, pero también,
la página sugiere es ideal para parejas mujer-mujer que quieran añadir más
diversión a los intentos de producir bebés en casa.
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Los hay en chocolate, vainilla y caramelo, casi como el Budín Kremel |
Etiquetas: Arte erótico, juguetes